El proceso es intuitivo y sencillo: los donantes (cadenas de retail, industria de alimentos, restaurantes, hoteles, panaderías, personas naturales, entre otros) cargan en la aplicación los excedentes de alimentos en perfecto estado que no se alcanzan a comercializar o consumir, se crea una alerta, y los bancos de alimentos y las organizaciones adscritas a estos que atienden a población vulnerable, ubican la donación, recogen los alimentos y los distribuyen. Esta solución digital conecta el ecosistema alimentario de punta a punta, optimiza la logística de rescate de alimentos, y evita el desperdicio de comida apta para el consumo humano garantizando que llegue a quienes más la necesitan.
EatCloud, inició como proyecto piloto entre octubre del 2019 y febrero de este año, en Bogotá y Medellín, pero la crisis sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19 y sus efectos inmediatos en los índices de inseguridad alimentaria, llevó a acelerar su implementación. El crecimiento fue exponencial: se pasó de 37 puntos de donación conectados a 1.722, y de 40 fundaciones beneficiadas a 1.916. Hasta hoy, se han distribuido 4.700.000 platos de comida, lo que representan mas de 2.000.000 de kilos de alimentos recuperados, y su presencia abarca 230 ciudades y municipios de todo el país.
El reto permanece. En Colombia, el 54, 2% de la población vive en inseguridad alimentaria. Los bancos de alimentos de Colombia, en estos meses de pandemia, han distribuido casi 30.000 toneladas de alimentos para beneficio de 1.800.000 personas. Contar como un aliado como EatCloud, contribuye a potenciar sus capacidades, mejorar sus tiempos de respuesta, ampliar su alcance y permite llegar a cada vez más donantes y beneficiarios.
Una Colombia sin hambre es posible, y plataformas como EatCloud brindan la capacidad de lograrlo día tras día. Podemos ser optimistas.
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